Anteriormente, en Lili y el Mundo…
Tras meses y meses en el paro, por
fin Lili ha conseguido trabajo en una empresa en la que, cosas de la vida, la Jefa
de personal cree que se llama Patricia.
Lili, chica sensata, decide
cambiarse el nombre.
No puede ser muy complicado…
Comisaría de Policía. Departamento del DNI.
—El
motivo de la renovación dice usted que es por pérdida… ¿Ha traído la foto?
Se
la doy y el policía comienza a teclear.
—¿Podría
usted quizás poner Patricia ahí, en el nombre? —sugiero con amabilidad.
—¿Cómo
dice?
—Es
que en realidad todo el mundo me llama Patricia, y he pensado que estaría bien
regularizarlo, ya sabe. Es raro que la gente me llame Patricia y en el DNI
ponga Lili.
—Para
el cambio de nombre necesita esta documentación —me entrega una hoja y sigue
tecleando, ajeno a mi dramática situación.
—¿Y
si pone Lili Patricia? Si dejamos el “Lili” no es un cambio de nombre —deja de
teclear y me mira por encima de las gafas—. Es una… matización. Nada que ver
con un cambio.
—Para
cambios, la hoja —responde lacónicamente, con una carencia absoluta de empatía
que me sorprende una barbaridad. ¿Les dan la plaza a cambio del corazón?
—¿Y
una P sin más? ¿Lili P? Eso no puede usted decir de ninguna manera que es un
cambio porque no lo es, que el nombre sigue siendo Lili. Lo de la P casi no se
notaría.
—La
hoja —insiste.
¿Pero
que más le da, por Dios? ¡Que sólo es una P! ¡Una letra de nada!
—¿Y
una p minúscula? También me valdría. Una p pequeñita al lado de Lili.
—Mire,
señora…
—¿Y
muda, como en Psmith?
* * *
Me
siento en un banco enfrente de la Comisaría y le echo un vistazo a la lista, con
el corazón sobrecogido por la ausencia tan alarmante de sentimientos del
funcionariado.
¡Ohhhhhh!
¡Es
increíble!
¡Si me
piden millones de papeles!
Y no veo otra manera de conseguirlos que volviendo a
nacer y llamándome Patricia desde el principio. Lo que haría innecesario, por
otra parte, tanto papel.
Absurdos
de la burocracia.
Lo
único que se me ocurre, quizás…
Parroquia de San José.
—¿Y
dices, hija mía, que yo te bauticé?
—Sí,
Padre, y con la emoción del momento se debió usted liar y no puso en la partida
de bautismo el nombre que era —le enseño la partida en cuestión—. ¿Ve? Aquí
puso usted Lili en vez de Patricia. ¿Podría usted corregirlo?
—Uy,
no, hija, eso es imposible. Las partidas de bautismo no se pueden cambiar.
—¿Y
poner Patricia al lado de Lili? Eso no es cambiar lo de Lili —razono—, es
matizarlo.
Me
sonríe y niega con la cabeza.
—Imposible
del todo —busca en un escritorio atestado de papeles y me enseña una hoja
mugrienta—. ¿Ves? Aquí lo pone: “Es imposible cambiar las partidas de
bautismo”.
—Pero,
Padre, no sería un cambio. Si después de Lili añade una P pequeñita es
matizarlo, no cambiarlo.
La
sonrisa se hace más amplia.
—Ojala
pudiera, hija, pero es imposible —vuelve a mostrarme la hoja—. Nada de cambios.
Lo dice bien claro. Imposible.
—Es
que no sería un cambio —madre mía, que cabeza tan dura—, sería añadir una
letra.
—Hija
mía, eso es imposible.
¡Uf, que obsesión con el "imposible" más tonta tiene este hombre!
—A
ver, Padre, que no me está entendiendo usted…
—Imposible
—y repite muy despacio—: Im-po-si-ble.
—¡No,
no, no! —¡ea, ya me ha puesto histérica! —. ¡Imposible es el asunto ese de las multiplicaciones
de panes y peces! ¡Esto es posible! ¡Extraordinariamente posible, diría yo! ¡¡¡Posibilísimo!!!
—Hija
mía, será mejor que…
—¡Lo
que pasa es que no le da la gana! —¡vamos hombre! —. ¡Muy mal les va a ir si
siguen así! ¡Fijo que con un cura budista no habría problema!
—Hija
mía…
—¡¡Me
voy a hacer de la Cienciología!! —sentencio—. ¡¡¡Y sobre su conciencia caerá si
luego voy al infierno!!!
* * *
No
hay manera de razonar con el mundo en general (ni con policías y curas en
particular). Una vez asumida esta verdad universal (y tras descartar la
posibilidad de morirme y reencarnarme en una Patricia de las de toda la vida por
falta de garantías de que me tocase ese nombre), me enfrento a mi destino en el
departamento de recursos humanos de Cal & Asociados.
—…
y necesitamos que nos dejes copia de tu DNI y tu número de la Seguridad Social.
Mañana tendremos tu contrato. Creo que empiezas… Espera, deja que mire tu
expediente… Aquí está, Patricia Díaz… Sí, el próximo jueves.
—Verás,
es un poco raro porque me llamo Patricia de siempre —le digo a la chica que está tomando
mis datos—, y todo el mundo me llama Patricia, pero en mi DNI pone Lili.
—Vale
—dice, sin separar la vista de la pantalla del ordenador—. El contrato lo
ponemos entonces a nombre de Lili, ¿verdad?
—Sí
—contesto, con el corazón lanzado a la velocidad de la luz.
—¿Quieres
que tu expediente lo ponga también a nombre de Lili o lo dejo a nombre de
Patricia?
—¡Patricia!
—Bien,
ya está.
—¿¿¿Ya
está???
* * *
Para: info@cienciologia.com
De: Lili Díaz (lilidiaz@gmail.com)
Enviado el: miércoles, 02 de diciembre de 2015 20:10
Asunto: RE: Solicitud de información -
Urgentísimo
Estimados Sres.:
Les agradeceré ignoren el email que les remití esta mañana.
Atentamente,
Lili Díaz
________________________________________________________________
Para: info@cienciologia.com
De: Lili Díaz (lilidiaz@gmail.com)
Enviado el: miércoles, 02 de diciembre de 2015 11:32
Asunto: Solicitud de información - Urgentísimo
Estimados Sres.:
Les agradeceré me informen de los pasos
a dar para bautizarme en su religión, que me parece tremendamente enriquecedora
a nivel personal. El nombre elegido es Patricia, por si tienen que ir adelantando el papeleo. También quisiera confirmar que sus partidas de bautizo tienen validez a la hora de expedir el DNI.
El asunto es bastante urgente.
Atentamente,
Lili Díaz
Pd.- Siempre he sido muy fan de Tom
Cruise.
Así que la moraleja es que "al final las cosas se arreglan solas". Creo que al presidente del gobierno le encanta tu relato. ;)
ResponderEliminarUna cosa (esto es totalmente en serio): conozco a una chica que "oficialmente" se llama de una manera pero entre sus amigos y familiares la conocemos con otro nombre totalmente distinto. No es un caso de abreviaturas ni nada por el estilo, es como si (no voy a poner los nombres auténticos pero diré algo parecido) en su DNI dice que se llama Cristina pero todo el mundo la conoce como Pilar. De hecho yo siempre la llamo Pilar y tardé varios años en saber que en su DNI dice Cristina. Hay veces en que la realidad parece sacada de un blog...
Eso mismo me pasa a mí, te lo juro. Y todo porque un día un borracho (pero borracho 100%, no podía ni andar) se paró frente a mí y me dijo muy serio (y delante de todos mis amigos): 'Joder, tú tienes cara de llamarte Arturo'. Y ya, esa fué mi sentencia. He tenído que enseñar mi DNI a algunas amistades que llegaron después para demostrarles que es un apodo. Y esto va para post en mi blog, claro.
EliminarTarambana y Holden, me encanta veros por aquí :-))))) De verdad que esta vez pensé que nadie me leería! Que se que la entrada es larguilla y se necesita casi un día de vacaciones para leerla. Gracias!!!!! Prometo intentar enmendarme! Es que no sé que me pasa que me empiezo a liar y al final... Ea, una entrada a la altura del Quijote en extensión :D
EliminarTarambana, es que la realidad siempre supera al blog (bueno, mi realidad igual no, pero es la excepción :-P) Con lo de Holden me ha dado la risa. Y cómo es la cara de "Arturo"? Voy a ir a Google a ver si encuentro algo :-)))
De verdad que me parto, ¿me juras que esta historia es real totalmente? XD ¿Qué pasa con la señora que te ofreció el puesto? ¿Sigue en un error?
ResponderEliminarEspero que al menos, cuando palme, se lo cuentes todo al oído. Seguro que se reirá desde el otro lado.
En serio, me he roto de la risa con esta historia.
Holden, jajajajajaja!!! No me hagas jurar! En todo caso, prometer... :-P
EliminarSíiiiiiiiiiiiiiii! La señora que me llama Patricia sigue pensando que soy esa Patricia! Miedo me da que se encuentre con la Patricia de verdad...
Me alegra muchísimo que te rías!!! De eso se trata siempre :D
Pues te prometo que me da rabia encontrar tu blog y que lo abandonases en tan poco tiempo :(
EliminarPor lo que veo, este es un blog destinado a hombres, así que voy a comentar! :-)
ResponderEliminarMe he llevado un pequeño chasco, porque siempre pensé que eras una chica, y resulta que eres una señora... es que hace tiempo cada vez que te llamaban señora saltabas y veo que ya lo has asumido :-(
Respecto al relato, qué decirte, señora (iba a decir chica, pero me corregí, de nada), que me he reído. Sí, reído. Y te has currado lo de los correos, jajaja, bueno, imeils, ya me entiendes.
Un besazo!!!!!!!!! :-))
Perdona, galleguiño guapo, pero esto es un blog unisex :-P
EliminarOhhhhh, los viejos tiempos. Te acuerdas? :-))))) Ahora lo de señora/chica lo llevo medio bien, será que estoy madurando? Aunque me sigue chirriando, que me veo muy poco centrada y bastante pirada para eso de "señora".
Te has reído, yupi! Ya sabes que eso me encanta :D.
Un besazo enorme :-)))
Jajajaja, sé por experiencia que lo de cambiarse el nombre no es fácil (por experiencia ajena, pero lo sé). Me he reído, claro, como siempre ;)
ResponderEliminarUn abrazo!
Jajajajaaaaaaaaaa. estás como una cabra, jajajaaa, mira que hacerte de la cienciología para cambiarte el nombre, jajajaja. Te tendrías que hacer americana, creo que allí es muy fácil.
ResponderEliminarQue pases buen finde, loquita, jajaja
Besos
Ay, Lili... Es que lo escribes taaan bieeen que hasta me lo creo!! Mira que tienes guasa!!
ResponderEliminarMe lo paso genail cada vez que te leo, solo por eso... Gracias!!
Besazos, gaupa!!
Jajaja, ¡gran perserverancia! Esa es una virtud de las importantes.
ResponderEliminarOjalá documentación contradictoria entre policías y curas, para que luchen tercamente entre sí hasta el fin de los tiempos.
¿Qué les costaría poner una P?
O incluso el emoticono completo ;P
:) Amiga Lili: Sigue usted haciéndome sonreír. Y eso vale más que las pesetas.
ResponderEliminarpero, pero, pero si has regresado!!!!!!!!!!!
ResponderEliminaryo sabía esto??????
madreeeeeee c´alegríiiia.
Me voy a dar un garbeo por el blog con lo que yo me he reido con tus aventurillas.
Preferiría llamarme Canuta, Tiburcia o Hipólita, antes de pertenecer a un grupo de iluminados como los de la Cienciología (de los católicos, ni hablemos)
ResponderEliminar;) Besos!
Un texto muy divertido. Me pregunto si uno amenaza con cambiarse de religión te ofrecen a cambio privilegios especiales (Paraíso asegurado, por ejemplo) como las compañías de teléfonos móviles. Lo probaré.
ResponderEliminarSueret para Patricia-Lili.
Borgo.
Donde escribes ahora? Sigo tu blog, tengo tu libro, y te extranio
ResponderEliminarholaaa lili cariñito aqui llego para dejarte un saludito y dercirte que es muy simpatica la entrada jajaja me he reido con tus cosas jajaja bueno corazon ya te sigo otra vez que elimine embrujo por error y ahora estoy tratando de recuperar amistades me vas a mi blog para poder verte en el cuando puedas besitossss
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